Protección ambiental en la industria. El desafío de la Sostenibilidad.

Urbar Soluciones.

Protección ambiental en la industria. El desafío de la Sostenibilidad.

En 2019 la industria española invirtió casi 2.800 millones de euros en medidas relacionadas con la preservación del entorno, un 6,3% más que el año anterior.

(septiembre. 2021). –En un momento de enorme preocupación por el planeta, las iniciativas en favor de la preservación del medio ambiente se multiplican. También lo hacen las inversiones destinadas a fomentar la sostenibilidad. Y, en ese camino, la industria cada vez se involucra más. 

El sector productivo es responsable de buena parte del consumo energético, de las emisiones y de la generación de residuos. Sin embargo, regulaciones cada vez más restrictivas, junto a políticas de responsabilidad social puestas en marcha por las empresas, están provocando cambios sustanciales.

La investigación en I+D+I se ha convertido, en este sentido, en una pieza clave. Los avances tecnológicos y el desarrollo de nuevos equipos representan ya un apoyo esencial en ese objetivo común que es la sostenibilidad. 

Empresas como Grupo Urbar Ingenieros centran sus esfuerzos en diseñar equipos y desarrollar proyectos que permitan rebajar el impacto de la industria en el medio ambiente, así como reducir el impacto que los residuos ya producidos puedan suponer, promoviendo una generación de energía mediante ese residuo y reduciendo su impacto ambiental. Plantas de tratamiento de residuos y valoria¡zación de los mismos, plantas generadoras de biogas y nuevas tecnologías aplicadas así como la utilización de software, que permiten hoy en día optimizar los procesos productivos en industrias de todo tipo. 

Pero no se trata solo de mejorar la competitividad. Ahorrar en recursos tiene un beneficio directo en otro aspecto fundamental: acelerar el proceso de la adaptación de la industria a las metas planteadas a corto y medio plazo dentro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

ETAPAS EN LA CARRERA HACIA UNA INDUSTRIA SOSTENIBLE

La investigación y la inversión son las bases para conseguir los objetivos planteados dentro de esa agenda y, de manera particular, los recogidos en las Directrices Generales de la Nueva Política Industrial Española 2030. Entre esos objetivos prioritarios se encuentran la conciliación del progreso de la industria y la mejora de la competitividad. 

En nuestro país, el sector industrial supone por encima del 16% del PIB. En esa realidad, empresas y administraciones públicas coinciden en que es esencial invertir en esa mejora de la actividad, pero sin comprometer la senda iniciada en la protección del medio ambiente. De hecho, los datos invitan a la esperanza: en 2019 la industria española invirtió casi 2.800 millones de euros en medidas relacionadas con la preservación del entorno.

Integrar las energías renovables es uno de los grandes retos de la industria

Esa cifra supuso un 6,3% más que el año anterior. Una inversión, por otra parte, muy centralizada en tres apartados esenciales: la gestión de residuos representó el 38,8% del total, la protección del aire y el clima un 26,1% y la gestión de aguas residuales el 23,7% del gasto en medidas de protección medioambiental

Sin embargo, uno de los grandes retos que tiene que superar la industria en ese camino hacia la sostenibilidad tiene que ver con la eficiencia energética y el empleo de energías renovables. De hecho, el Estudio de la competitividad del sector de las energías renovables, publicado por la Dirección General de Energía de la Comisión Europea, ya advertía de la necesidad de un cambio en este sentido.

Señala el informe la importancia de trabajar en la implantación de las energías renovables por tres motivos básicos: elevar su ventaja competitiva, teniendo en cuenta que los consumidores tienen una mayor conciencia medioambiental; atraer capital, puesto que también los inversores tienen su mirada puesta en el impacto ambiental de sus inversiones; y optimizar costes en lo que se refiere al consumo energético.

En resumen, la industria ha iniciado el camino de no retorno hacia la sostenibilidad. Se han adoptado nuevas políticas de responsabilidad social y cada año se incrementa la inversión en medidas destinadas a rebajar el impacto en el medio ambiente. Sin embargo, esta es una carrera de fondo y aún queda mucho por alcanzar la meta.